A la tranquilidad...a la libertad...a la paz y a la soledad. A no tener que dar explicaciones de nada a nadie. A ser feliz con alguien...sin nadie o a pesar de alguien. Y me volví adicta… A regalarme todo el tiempo y espacio que deseé a mi misma. A no mendigar atención y cariño. A no regalar a cualquiera la oportunidad de entrar en mi mundo...en mi mente o en mi corazón. A disfrutar de los días de lluvia...como los días de sol. Y me volví adicta… A brillar con luz propia...a valerme por mi misma. A olvidarme del calendario y creer que siempre es Domingo. A quererme y hacer valer el amor propio. A sonreír y agradecer por todo. Amor propio no es pensar que eres perfecta o creer que eres físicamente hermosa...eso es vanidad. Amor propio es cuando reconoces la verdad. Cuándo reconoces tus carencias...tus límites...tus defectos y te aceptas...te amas y eres feliz a pesar de todo. Y a todo eso...me volví adicta poco a poco.....” * Boyo Lucio Martínez * Tomado de: Una cita con la vida (Facebo