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LA UNIVERSIDAD DE LOS PIES DESCALZOS EN INDIA

Nadie educa a nadie, nos educamos juntos, en medio del mundo y de la historia” (Freire)
Esta es la historia de una Universidad dónde los que no tienen título son los maestros y dónde los que tienen título son los alumnos.

Universidad en la India para la sustentabilidad


El Barefoot College, o Universidad de los Pies Descalzos, inició sus actividades en 1972 en Tilonia, India, pequeña villa ubicada en el desierto de Rajastán, al suroeste de Nueva Delhi. Su objetivo era crear un proceso educativo encaminado al desarrollo sustentable comunitario bajo un estilo de vida y trabajo basados en los pensamientos de Gandhi: las condiciones de vida para cada uno son simples y están en la tierra, cada uno se sienta y trabaja en el piso, cada uno toma un salario para vivir y no un salario para negociar, la relación de funcionamiento depende fuertemente de la confianza y la fe mutua.
Desde ese entonces, la universidad se ha dedicado a abordar no solamente problemas rurales de salud, educación para mujeres, electricidad, energía y agua potable, sino que también ha incluido programas enfocados a la conservación ecológica y la equidad social. Cuenta con una infraestructura electrificada con energía solar y que abarca más de 80,000 pies cuadrados, donde se ubican áreas de residencia, una casa de huéspedes, biblioteca, comedor, salas de reunión, teatro al aire libre y hasta un pequeño hospital. En su totalidad fueron construidos por la comunidad local.
Los alumnos que estudian en esta institución no egresan con un grado académico, su estancia es más bien un periodo para aprender y desaprender. Es un lugar donde el maestro es un estudiante y el estudiante es un maestro, y que son alentados para recibir un entrenamiento que les proporcione las herramientas y habilidades para mejorar sus vidas. El gran desafío ha sido el cómo convencer a la gente de que un hombre o una mujer semiletrado de cualquier aldea, pueda proporcionar servicios competentes, profesionales y de apoyo como cualquier doctor, maestro, ingeniero, arquitecto, diseñador o comunicador académicamente acreditado.
Para esta peculiar universidad, la creencia es que los programas de desarrollo no necesitan de profesionales “urbanos”, porque este tipo de competencias ya existe en las comunidades, lo que sucede es que no se ha identificado, movilizado o aplicado la sabiduría, conocimiento y habilidades de las personas, por el hecho de no haber contado con instrucción académica.
Por ejemplo, al programa de energía solar han ingresado jóvenes desempleados y mujeres para convertirse en ingenieros en su especialidad que regresarán a sus comunidades para instalar, dar mantenimiento o reparar sistemas de electrificación con base en la energía solar sin ayuda técnica especializada. Hasta ahora, se han electrificado 1,200 hogares así como 28 comunidades en terrenos inaccesibles, lo que ha implicado un ahorro de 195,000 litros de keroseno al reemplazar las linternas de aceite.
Otros programas, como el de Educación Nocturna, permite la enseñanza a más de 4,000 niñas y 2,250 niños quienes durante el día realizan labores en el campo, para que por la noche puedan asistir a estas escuelas donde su instrucción se da de manera informal y el currículo se enfoca más bien a cuestiones de conocimiento práctico y de experiencia. Por ejemplo, debido a que la mayoría de ellos atienden ganado, aprenden principios básicos de cuidado animal junto con materias de lectura y matemáticas.
Dentro de los programas ambientales, están en marcha proyectos concentrados en la regeneración de tierras a través del cultivo y siembra de árboles, pastos y arbustos resistentes a las sequías, consiguiendo que los pobladores locales conviertan más de 500 hectáreas desérticas en extensiones de pastizales funcionales. Por otra parte, se ha logrado la construcción de 470 tanques subterráneos como parte de las iniciativas para el depósito de agua de lluvia, creando trabajo y la capacitación de más de 109,000 personas en este rubro.
Este tipo de proyectos demuestran cómo los métodos tradicionales, así como las habilidades, pueden utilizarse para proveer soluciones sustentables a largo plazo. También se ha empezado la construcción de este tipo de tanques en viviendas particulares, lo que permitirá a las personas tener un control directo de su fuente de agua.
A más de 30 años de su fundación, el Barefoot College ha trabajado intensamente para proporcionar soluciones que mejoren el ambiente y la calidad de vida para la población rural marginada de la India. Actualmente la universidad cuenta con más de 15 campus en la India y presta todo tipo de servicios a una población de más de 125,000 personas.
El éxito de este tipo de educación ha sido posible gracias a la integración de diversos factores. A través del acercamiento con la población rural, se han creado espacios para la creatividad y el crecimiento personal, y se ha asegurado equidad de género dentro de la organización. De igual manera, las ideas, pensamientos y los deseos de los pobres han sido una prioridad. La importancia y el respeto que dan a su conocimiento tradicional, las habilidades y las sabidurías prácticas, han sido valorados en conjunto como uno de los recursos más preciados.
Pero de los fracasos se aprende con éxito. Tomar riesgos, intentar nuevas y locas ideas, el fallar y el intentar otra vez, es un proceso que se respeta dentro de esta universidad. Aquí no hay cabida para aquellos que poseen un grado académico y se dicen expertos pero que no están preparados para trabajar con sus manos. Tampoco para los que no están dispuestos a tomar riesgos para innovar, para tomar iniciativas argumentando que hay demasiadas razones para que algo pueda salir mal.
Con el respeto profundamente arraigado por el uso apropiado y sabio del agua, el aire, la tierra y el sol, los “pies descalzos” han establecido un ejemplo del cómo no perder o sobreexplotar los recursos naturales. Ahora, el gran reto es poder replicar el enfoque de la universidad en cualquier parte del mundo.
El único ingrediente para hacerlo es la certeza de que en cualquier comunidad rural habitan personas que cuentan con el conocimiento, las habilidades y la sabiduría para identificar y resolver sus propios problemas.

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