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Mostrando las entradas de julio, 2019

¿POR QUÉ CHINA SERÁ LA MAYOR POTENCIA MUNDIAL DEL SIGLO XXI? UNA RESPUESTA FILOSÓFICA.

por Fernando Gutiérrez Almeira Hay una diferencia fundamental entre la manera de ser del pueblo chino y la manera occidental. En Occidente la gigantesca influencia que los filósofos racionalistas tuvieron en la construcción del pensamiento político llevó a una mentalidad que pone énfasis en la relevancia autónoma de la teoría sobre sus consecuencias prácticas, una tendencia que tiene sus raíces en las idealizaciones cristianas que apuntaron durante mucho tiempo a un desapego de las cuestiones llamadas espirituales de las cuestiones llamadas materiales. Mientras tanto, en China, el país más ateo de la Tierra, el confucianismo generó una mentalidad centrada en la práctica y las consecuencias de la práctica concreta sobre el individuo y la sociedad, con un discurso caracterizado por el establecimiento de principios de acción y no de largas y sofisticadas argumentaciones teoréticas. Otra diferencia fundamental, a la que también contribuyeron las disputas entre racionalistas y empiri

La ineficiencia del mercado y el fracaso técnico programado

¿Cuántas veces ha comprado un dispositivo electrónico, solo para descubrir que ha dejado de funcionar correctamente poco tiempo después de la compra? Gastó tanto dinero en eso y, de repente, se siente triste al saber que ya no funciona correctamente. ¿El resultado? Ahorros malgastados, mano de obra, energía y recursos desperdiciados, sin mencionar los desechos tóxicos que terminan en los vertederos, envenenando nuestro planeta. Pero ¿por qué es así? ¿Por qué la vida útil de la mayoría de los productos es tan corta, considerando los modernos medios tecnológicos de producción avanzados? Se trata de la obsolescencia planificada. Consumo cíclico y obsolescencia programada Nuestro sistema económico se basa en el consumo: cuanto más compramos, más dinero ingresa a la economía y, por lo tanto, más crece la economía. Si el dinero dejara de moverse, el sistema económico estaría destinado al colapso ya que la oferta de trabajo se estancaría y las personas no tendrían dinero

Curiosidades: Hábitos higiénicos en la Edad Media

Horrores higiénicos de la Edad Media: cómo vivía la gente sin bañarse No todo era encaje y bonitos vestidos. A la mera mención de la Edad Media, a la imaginación comienzan inmediatamente a aparecer hermosas mujeres en trajes de lujo con sus nobles caballeros en los deliciosos banquetes y bailes de palacio, algunos incluso suspiran preguntándose por qué no nacieron en aquellos maravillosos momentos. Hasta el siglo XIX, estas costumbres brillaban, pero por sus terribles condiciones insalubres, como el vertido de fluidos a la calle y otras cosas por el estilo. En el mundo antiguo, el aseo constituía casi un culto, se tienen  referencias de que en los tiempos de la Roma antigua, había bastantes baños públicos. Pero con el advenimiento del cristianismo, todos los baños fueron cerrados inmediatamente por los "justos", motivados por el hecho de que el desnudo era pecado y la leña en esos momento era cara. El hedor del cuerpo humano era amortiguado con perfumes pers

FLORINDAS Y FLORINDOS

Doña Florinda es una señora solitaria que ha consentido a su hijo hasta el grado de volverlo indefenso. Su capacidad de amar no supera la culposa posesividad filial ni el platonismo cursi por un amante potencial que padece un conservadurismo acartonado y paralizante que lo hace cómicamente ridículo. Su existencia está apegada a las “buenas costumbres” pero ella las practica “fuera de lugar”, en un contexto de pobreza que las ha tornado obsoletas frente al cinismo pragmático de la modernidad. Y este contrapunto produce en ella una conducta a la vez cruel y sentimental que también la vuelve un ser cómicamente ridículo por desubicado. A pesar de su precaria condición, empero, doña Florida se cree parte de una aristocracia basada en los buenos modales y en la cabeza vacía. Muy similar, claro, a la aristocracia de verdad, esa que se sustenta en el poco dinero, en frondosos árboles genealógicos y en siempre dudosos títulos nobiliarios. Se sabe que los superiorismos se fundan siempre en