Por Gabriel Pereyra Columnista de Búsqueda 15 de mayo de 2025 "Si con la muerte de él, el dolor alcanza una dimensión mundial, y no parece exagerado darle esa relevancia a la muerte de lo más parecido a una de estrella del rock internacional que tuvimos en política, si imaginamos este dolor a esa escala, para ella es íntimo, casero y singular. Lo que primero me salió pensar cuando me enteré de que se iba a morir, aunque era obvio que al llegar a los 90 estás todo el tiempo en los descuentos, cuando caí en esa certeza de lo obvio, lo primero en que pensé fue en ella. Imaginen que todo ese dolor de magnitud planetaria, todo ese dolor junto y compartido a la distancia de quienes lo conocieron y quisieron, lo conocieron sin quererlo, lo quisieron sin conocerlo, lo conocieron sin conocerlo, en fin, todo ese dolor es nada al lado del que siente ella. Porque aún en los años de la revolución o la subversión, del aljibe o de la cueva, en medio de la oscuridad, ella guardaba la ...
«A mí lo que me ha salvado son los libros que he leído. Pero principalmente, de la soledad. Por ejemplo, ocurre mucho en las giras, cuando a un avión le pasa algo y nos quedamos todos tirados en un aeropuerto, que los músicos se desesperan, no saben qué hacer. Pero yo, si tengo un buen libro, ¡estoy feliz! Los libros me acompañan, me ayudan a pensar, a vivir un montón de vidas distintas a la mía. En lugar de estar como un animal enjaulado mirando a un avión que va a salir en seis horas, puedo estar en la antigua Roma viviendo las vidas de otros. Creo que ese es el único consejo que me he atrevido a dar en la vida: si tienes un libro, nunca vas a estar solo». -Joaquín Sabina. Tomado de: Facebook