Ir al contenido principal

8 de marzo



HOY NO ES UN DÍA PARA FELICITAR, SI NO PARA DESPERTAR CONCIENCIAS !!


- Al inconmensurable don que reposa en la mujer para crear vida y sostener la vida,


- A la INNEGOCIABLE responsabilidad compartida del cuidado de los hijos / hijas,


- A la participación equilibrada de las tareas en el hogar,


- Al reconocimiento de la delicadeza como una cualidad poderosamente infinita de la mujer,


- A la consciencia de nuestras diferencias biológicas no como amenaza sino como fortaleza para una mejor calidad de existencia.


- A la igualdad de oportunidades económicas, de formación de acceso al trabajo y política.


- A la NO admisión de la violencia bajo ningún término o forma que vivimos las mujeres,


- A permanecer de la mano, hombres, mujeres, al fin seres humanos, educándonos, descubriéndonos, amándonos, apoyándonos... en igualdad de condiciones,


- A recapacitar que a tod@s nos dió a luz una mujer, por ello me reconozco y me admiro en todas las mujeres que tengo a mi alrededor,cada día les ofrezco mi RESPETO y ADMIRACIÓN a todas las que fueron valientes y por las que adquirí derechos Políticos, económicos, sociales.


Hoy evaluamos los avances de tres siglos de lucha de las mujeres sin armas !! La razón del derecho,ha sido nuestra mejor defensa y de resistencia por un mundo mejor, sin violencia e incluyente .

Tomado de:

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Me estoy dando el permiso...

"Me estoy dando el permiso de ir a mi propio ritmo, ya no quiero apurar nada, me agotaron las comparaciones, mi mundo interior es sagrado. Me estoy dando el permiso de tener relaciones sanas, verdaderas, donde todo sea mutuo, ya no quiero exigirme y ni exigir. Me estoy dando el permiso de dejar de sostener lo insostenible, de respetar lo que mi cuerpo experimenta y aceptar. Me estoy dando el permiso de tomar decisiones, aunque a veces cueste, porque por algún tiempo mis elecciones dependieron de cómo el otro reaccionaría ante ellas, entregándoles mi poder personal. Me estoy dando el permiso de ser yo misma, y por momentos me sorprende, me siento más liviana, con paz. Me estoy dando el permiso de expresar mis emociones, llorar si lo necesito, ver mi parte oscura y abrazarla con amor. Me estoy dando el permiso de seguir descubriendo mi sótano, ese lugar que está lleno de lo que por mucho tiempo no quise ver o me incomodaba. Me estoy dando el permiso de decir no, esta vez sin cu

cuánto te pagan por izar la bandera?

Somos el miedo de los gobiernos que mienten en nombre de la verdad. El miedo del poder militar,económico y jurídico que impide la comunicación humana de pueblo a pueblo. Somos el miedo de la soberanía de los piratas del mundo que mutilan el estado de ánimo e impiden la emociones reveladoras. Somos el miedo del poder de los déspotas que reside en mecanismos impersonales. El miedo de las estructuras burocráticas que desalientan las conductas exploratorias. El miedo de las grandes fortunas que se robaron de los derechos naturales. EI miedo de los centros de poder que amenazan con la destrucción total. El de esos varones sensatos y «prácticos» que desean dejar su huella en la historia y creen solamente en lo que pueden forzar y controlar. Somos el miedo de quienes nos adiestran a ser corteses cuando alguna institución nos pisotea. El miedo de quienes temen a los cambios pues su status depende de la rutina y del tiempo de otras personas. El miedo de las tecnologías caprichosas que nos obl

LO ENTERRARON VIVO EN UN ALJIBE

Ha de ser un nervio la ternura. Un nervio que se rompe y no se puede coser. Pocos hombres conocí que hubieran atravesado las pruebas del dolor y la violencia, rara hazaña, con la ternura invicta. Raúl Sendic fue uno de esos hombres. Me pregunto, ahora, qué habrá quedado de él. Lo recuerdo con su sonrisa de bebé en la cara tosca, cara de barro, preguntándome entre dientes: -¿Tenés una yilé? Raúl acababa de comprarse un traje, en la tienducha de un turco que vendía ropa usada, en la Ciudad Vieja, y se sentía de lo más elegante metido en aquella bolsa de sarga marrón con rayas al tono. Pero el traje no tenía el bolsillo chiquito del pantalón, tan necesario para las monedas. Así que él se hizo el bolsillo con una yilé y unos ganchitos. Yo tenía catorce años y era el dibujante de El Sol, el semanario socialista. Me habían dado una mesa, en el local del Partido, y ahí tenía yilé, tinta china, tempera y pinceles. Cada semana había que hacer una caricatura política. Los mejores chistes se le o