GHANDI (extractado de "El don de la ira" de Arun Ghandi, nieto de Mahatma Ghandi).
Sé el cambio que quieres ver en el mundo.
Usa la ira con sabiduría.
No temas decir lo que piensas.
Aprecia la soledad. Darse tiempo todos los dias para estar con los pensamientos propios y meditar.
El materialismo y la moral tienen una relacion inversa entre si; cuando uno aumenta la otra disminuye.
Es mejor lidiar con las repercusiones de la verdad, que con el pesar de la mentira.
Jamas debemos hacer nada que nos perjudique a nosotros o a otros.
El desperdicio es violencia contra la humanidad, y contra la naturaleza.
Sé un padre no violento, no enseñes a tus hijos con lo que dices, sino con lo que haces.
La discriminacion de cualquier tipo es una agresion a nuestra comun naturaleza humana.
Cada parte es importante y contribuye al todo. Asi como un pequeño resorte es necesario para que la rueca opere adecuadamente, cada individuo es esencial para la sociedad en su conjunto.
Nadie es prescindible, ni falto de importancia. Trabajamos al unisono.
Primero te ignoran, despues te ridiculizan, luego te combaten y al final ganas.
Permite que la brisa del conocimiento entre por todas las ventanas abiertas.
Mueve al mundo por medio del amor, y no del temor. Cinco fundamentos en que se apoya la NO VIOLENCIA:
RESPETO
COMPRENSIÓN
ACEPTACIÓN
APRECIACIÓN
COMPASIÓN
Respetar y comprender a los demás cualquiera sea su condición. Ello conduce al tercer pilar: la capacidad de aceptar diferentes opiniones y posturas que nos hace más fuertes y sabios. Los otros dos fundamentos - apreciación y compasión - tienen que ver con la felicidad y la realización personal y con una mayor armonía en el mundo. La apreciación tiene una resonancia muy profunda y puede hacer una honda diferencia en la vida de cada uno de nosotros. Las personas más felices no son las que tienen más dinero sino las que son capaces de apreciar la belleza y bondad que los rodea. Menos cosas y menos distracciones pueden conducir a una mayor apreciación y gratitud y por tanto a una felicidad más genuina. Ejercemos violencia contra nosotros mismos cuando nos preocupamos solo por lo que nos falta, en vez de apreciar lo que nos rodea y valorarlo. Si apreciamos más nuestra vida cambiaremos de actitud y nuestra perspectiva del mundo. Apreciar lo que tenemos nos lleva a tener compasión por las personas que necesitan ayuda. Cuando te permites tratar a los demás con compasión, reconoces que tienen necesidad de respetarse a si mismos y valoras igual a todos.
La satisfacción está en la lucha, el esfuerzo, el sufrimiento implicado, no en la victoria.
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