Uruguay: El rol de Daniel
Alguien dijo que estaban prontos, pero el Bebe dijo que faltaba algo importante. No tenían un cantor.
El hombre tenía esas cosas y encima era porfiado; así que le dieron el gusto.
Arrimaron un gurí flaquito de pocas palabras, que empezaba a frecuentar las peñas del nuevo canto oriental.
La historia que me contó el Flaco sucedió años después, cuando ya los Tupamaros empezaron a hacerse famosos.
Ocurrió en una reunión y el gurí, que se llamaba Daniel, agregó un punto en el temario: “rol”. Estaba como de moda esa palabra a finales de los 60: “Rol de militante”; “rol de la organización”.
Cuando le llegó el turno, Daniel fue directo al asunto:
– O robo, o canto. La semana pasada cuando fuimos a asaltar el Banco había clientes que me saludaba.
Y por decisión de los compañeros, Daniel siguió cantando.
Cantando para llenar nuestros huecos del alma, para recordarnos que apenas perdimos unas pocas batallas, para volver a convocarnos al combate.
He guardado en la memoria ese cuento durante treinta años.
Ahora que Daniel Viglieti se fue a cantar a otro barrio, y que seguro volvió a juntarse con Raúl Sendic y Arturo Dubra para seguir conspirando, me animo a recordarlo.
Por Guillermo Cieza, Resumen Latinoamericano, 31 octubre 2017
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